"En la montaña rusa con Mario"
Auto biplaza o double seater
Parte dos y última

Bueno, nos quedamos en que Mario estaba frenando para tomar el complejo de las tres curvas Moisés Solana. Y vaya que el auto frena y que Mario se dejó ir hasta el último centímetro, ya que después me comentaron que con el radar midieron la velocidad tope en la larga recta (900 mts) del Hnos. Rodríguez de ¡307 km/h!... ....nada más. Así es que para detener un auto a esa velocidad en algo así como 23 metros es porque realmente porta un muy buen sistema de frenos. Estas tres curvas son muy difíciles por la velocidad a la que se llega (en séptima a full) y porque la tercera curva de este complejo tiene off camber, es decir, la inclinación de la pista ahí, está hacia afuera y sea que te "saca". Mario conoce muy bien los secretos del legendario Hnos. Rodríguez, así es que tomó esas curvas con absoluto control de la situación. Otra vez tres gravedades y media durante la aceleración en la recta antes de la curva "Presidencial" de 500 mts de largo y otras tres y media en la frenada, doblando a la izquierda para entrar en la zona del "Estadio". ¡Qué delicia! El auto se adhiere al asfalto como si tuviera "chiclosos" en lugar de llantas (y eso que no llevavamos neumáticos de calificación). El vehículo se comportó de lo mejor. Ni tosió, vaya. Después, venían las famosas "eses" en donde se tiene que tomar muy bien desde la primera curva para no entrar "desacomodado" en las siguientes.


¡Qué bien trazó Mario!. En una de ellas, intencionalmente adelantó el "apex", logrando entrar más cómodo y más rápido a la última "S", permitiéndole esto, salir acelerando a full abarcando parte del trazo de la entrada a la "curva plana". Tres gravedades y media en la frenada para entrar a las otras tres curvas del Foro Sol. Todavía no alcanzo a entender cómo es posible que en la "rectita" del Foro (de 130 mts) que conecta a la peraltada, se alcancen en dos ocasiones las tres gravedades en la aceleración y en la frenada (para tomar a la derecha hacia el peralte) ya que tan sólo transcurren dos segundos y tres décimas, para nuevamente sentir las tres y media "G´s" en la aceleración al salir de la curva hacia la recta.

Las siguientes vueltas las hizo el piloto ganador de tres fechas de la Champ Car idénticas, aunque un poco más veloz en cada uno de los giros (porque los neumáticos estaban alcanzando mejor temperatura, lo que me permitió disfrutarlas aún más por conocer lo que vendría: un delicioso recorrido con Mario Domínguez en la montaña rusa pero a mucha más velocidad y con un trazo más sinuoso. En una motaña rusa de las realmente "fuertes", en caída libre, se alcanzan como máximo las 100 millas por hora (160.9 km/h) y en el biplaza, ¡el doble! . Sin duda, una de las mejores experiencias que he vivido.

Ahora, hay que imaginarse esto mismo durante dos horas -prácticamente contínuas- y además con una auténtica jauría delante, a los lados y detrás del auto y todos tratando de superar a los demás. Vaya condición física, reflejos y pantalones bien puestos. Siempre he reconocido la gran capacidad de los pilotos de estos niveles, pero ahora, aún más.


BueEl volante azteca se pulió con su servidor ya que como antes menciono, la velocidad de 307 km/h fue la más rápida por mucho, en relación a las de los demás invitados y lo mismo el tiempo por vuelta que tan sólo fue siete y medio segundos más lento que su calificación. Si consideramos que por mi peso (85 kg) y el de la adaptación del segundo asiento, por la afectación en la aerodinámica (al sobresalir el asiento más que el de Mario) y no contando con nuemáticos de calificación... ...hizo un tiempazo. Algo que mucho le agradezco. Hablando de aerodinámica, debo comentar que algo realmente incomodo es que, rebasando algo así como los 250 km/h, el casco tiende a salirse, aún estando muy bien apretado. Se puede uno agachar y se reduce este efecto pero se pierde mucho de la visión hacia la pista, etc. por lo que lo recomendable es sujetarlo con la mano, de la parte que cubre la barbilla.

Agradezco a la Champ Car (Pepe Escamilla), a Kathy y a todo el Team del biplaza. A Roshfrans y lógicamente a Mario Domínguez (recientemente considerado uno de los mejores 50 pilotos ¡del mundo!) por tan disfrutables vueltas a la mundialmente reconocida pista capitalina (¡que se repita, que se repita!).

Al bajarme del double seatter, adrenalinado y eufórico, le agradecí a Mario y es tan amable que todavía me dijo: "A tus órdenes, mi Chacho" contestándole que era yo, quien me ponía a sus órdenes, por el agasajo.

Esta experiencia la puedo calificar como "agasajo máximo" (aunque realmente el agasajo máximo sería conducirlo uno mismo, pero...
 

Chacho Medina
chachomedina@sportcar.com